Hoy en día, en los establecimientos educacionales es común visualizar juegos bruscos en los recreos de los estudiantes de los cursos más pequeños del colegio. La accidentabilidad y los problemas de relaciones entre alumnos, se ven afectados significativamente por estas acciones. 

La experiencia indica que los recreos dirigidos, impactan favorablemente en la reducción de estos fenómenos, por lo que una implementación de estrategias al respecto, beneficia los procesos de desarrollo en los alumnos del establecimiento.

Por último, entendiendo que los funcionarios del establecimiento se encuentran sobrecargados para efectuar labores en recreos dirigidos, se presenta como una buena alternativa, la posibilidad de creación de un cuerpo de monitores de convivencia escolar, formado por estudiantes de niveles superiores, que apoyen en recreos, las actividades lúdicas de los alumnos menores.

Consecuente con lo anterior, estas estrategias impactarían positivamente disminuyendo los accidentes y los conflictos entre los alumnos de 1° y 2° año básico, y de la misma forma, trabaja la valórica y formación ciudadana de los alumnos monitores, quienes voluntariamente, utilizan sus recreos para acompañar y guiar a sus compañeros más pequeños.